El Gobierno argentino publicó este lunes en el Boletín Oficial la normativa correspondiente al tercer Programa de Incremento Exportador (PIE), más conocido como “dólar agro”, que establece un valor diferencial de $300 para la divisa a quienes comercialicen productos del complejo sojero y de las economías regionales.
Se trata de un programa que busca incentivar las exportaciones ofreciendo un tipo de cambio diferencial y temporal para una serie de complejos agroindustriales, entre ellos el sojero, al que se denominó ‘dólar agro’.
Tras la floja liquidación de divisas en el primer trimestre, con este programa apuntan a que ingresen unos US$ 9.000 millones: U$S 5.000 millones desde el complejo sojero y otros US$ 4.000 millones de las economías regionales.
Según medios locales del vecino país, el “dólar agro” va a tener un valor de 300 pesos argentinos, cuando la cotización oficial de este 5 de abril es de 217,50 pesos por un dólar estadounidense. Esto incentivaría a los productores de granos a liquidar sus cosechas, que muchas veces son retenidas a la espera de una devaluación para obtener mejores ganancias.
El Programa de Incremento Exportador se implementará mediante tres decretos presidenciales y se extenderá desde el 8 de abril hasta el 24 de mayo para la cadena sojera, y entre el 8 de abril y el 7 de julio para las exportaciones de economías regionales.
«Nos toca enfrentar la peor sequía de la historia argentina. Cuando uno mira los registros, encuentra los últimos datos en 1922 y no encuentra desde el punto de vista del impacto climático y productivo comparativos que nos puedan mostrar situaciones similares a la que estamos viviendo», señaló el ministro de economía de Argentina, Sergio Massa, durante los anuncios.
El funcionario detalló además que uno de los decretos establece la suspensión de las ejecuciones fiscales, bancarias, y las percepciones de adelanto o anticipo de impuestos que cobra el Estado a unos 69.000 productores.
«El campo es uno de los grandes generadores de divisas de Argentina», dijo Massa y añadió que si bien la Casa Rosada ha aplicado ya medidas de asistencia para el sector agropecuario, «esa ayuda a veces no llega».
Argentina ha planteado ante los organismos internacionales de crédito, entre ellos su principal acreedor, el Fondo Monetario Internacional (FMI), que el problema de la sequía dificultará el cumplimiento de los pagos de la deuda externa por la baja de la recaudación impositiva.