En una entrevista con Valor Agregado, transmitido por Radio Asunción 1250 AM, Sonia Petersen, gerente general de Septia y representante exclusiva de Albor en Paraguay, habló sobre los desafíos que enfrentan las empresas agropecuarias y cómo las soluciones digitales permiten una gestión más eficiente y estratégica.
Destacó que el sector agropecuario, por su naturaleza, está expuesto a diversos riesgos. Sin embargo, mediante herramientas tecnológicas es posible medir los costos, visualizar de manera integral el estado de la empresa, desde los activos hasta las deudas, y proyectar inversiones futuras.
“Al considerar todas las variables involucradas, se pueden tomar decisiones más informadas y estratégicas”, afirmó.
Explicó que a través de Albor se puede ajustar las decisiones según el nivel de riesgo que se esté dispuesto a asumir, atendiendo los diferentes escenarios, ya sean optimistas o pesimistas.
Mencionó que, uno de los recursos para mitigar estos riesgos, es tomando seguros por lo que, si se agregan los seguros como una variable más del costo, el riesgo disminuye considerablemente. “A partir de ahí, se puede trabajar en cómo ese factor impacta en la rentabilidad y, sobre todo, en el análisis patrimonial”, remarcó.
Además, recalcó que no basta con evaluar cuánto se ganó en un año, sino que es fundamental tener una visión completa del patrimonio de la empresa para decidir con mayor claridad cuánto invertir y cuánto arriesgar. “No siempre alcanza con cuánto me quedó este año en el bolsillo”, expresó.
“Lo que nosotros fomentamos es que, aprovechando el mismo costo de registrar los datos, quien tenga una visión empresarial pueda medir cómo está su empresa y saber si lo que debe es más de lo que tiene o no”, explicó
Petersen ejemplificó cómo el uso de herramientas como Albor permite analizar en detalle la rentabilidad de cada componente del negocio.
“Yo puedo ver la rentabilidad de un implemento en particular, cómo rindió el pulverizador, cuántos servicios hizo y cuánto realmente logró. Si tuve que invertir en mantenimiento o no o si me conviene cambiarlo porque me puede ser más rentable”, destacó.
Y añadió: “Lo que se analiza es la rentabilidad de cada campo, de cada actividad, como en la parte agrícola con trigo, maíz, soja, como también de cada actividad ganadera: cría, invernada, recría, cabaña, el costo de suplementación de los animales, del silo, etc.”, dijo.
Manifestó que todos esos costos pasan a ser el insumo principal para que uno luego decida si “con este costo de maíz me conviene seguir encerrando animales este año o ya no”.
Finalmente, subrayó la importancia de implementar procesos claros y ordenados dentro de la empresa agropecuaria, como parte del modelo que propone Albor.
“Existe toda una gestión de procesos internos que beneficia tanto a las empresas como al sistema, ayudándolos a organizarse de manera eficiente. No se puede recibir un insumo si no tiene un precio definido, ni utilizarlo sin saber a qué parcela se destinará. En ese sentido, el propio proceso que Albor propone surge como resultado del aprendizaje que nos han brindado los más de 1.000 clientes que hoy nos acompañan”, subrayó.