El Ing. Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción de Paraguay (UGP), hizo un balance sobre el panorama agrícola para el 2024, destacando los desafíos que enfrentan los productores, pero también su esfuerzo para superar las dificultades del mercado y del clima. Según Cristaldo, a pesar de las complicaciones, los productores han demostrado capacidad de adaptación y perseverancia para obtener buenos resultados.
En su análisis, mencionó que el descenso en los precios internacionales de los productos fue uno de los principales factores que afectaron, especialmente a los pequeños y medianos productores, quienes aún arrastran deudas de la sequía del 2022. Aunque el mercado internacional se mantendrá en una tendencia a la baja en 2025, se espera que una buena cosecha permita equilibrar los costos.
Con respecto a la evolución del sector agrícola, Cristaldo destacó que Paraguay está en un proceso de desarrollo sostenible. A pesar de ser un país mediterráneo, los incrementos en la productividad se deben principalmente a la eficiencia y capacidad de los productores nacionales, así como a una serie de factores como inversiones, capacitación, adopción de nuevas tecnologías y mejoras logísticas. Todo esto ha permitido que Paraguay se posicione como un actor clave en la seguridad alimentaria mundial.
No obstante, el presidente de la Unión de Gremios de la Producción señaló que aún queda mucho por hacer, especialmente en la consolidación de la producción en el Chaco Paraguayo, que representa una gran oportunidad de crecimiento.
En cuanto a la meta de alcanzar las 15 millones de toneladas de soja, Cristaldo subrayó la importancia de aumentar tanto la superficie sembrada como los rendimientos por hectárea. Destacó como hitos importantes la adopción de la siembra directa en los años 90 y la incorporación de biotecnología, además de la continua investigación y manejo eficiente de los recursos.
Por último, Cristaldo reafirmó que Paraguay tiene un gran potencial para alcanzar esa meta en los próximos años, pero destacó la necesidad de continuar consolidando la actividad agrícola en el Chaco, con inversiones en infraestructura, tecnología y la capacitación de los productores.
Este enfoque de desarrollo sostenible y adaptación a nuevos desafíos marca la hoja de ruta para el crecimiento y consolidación del sector agrícola en Paraguay.