La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO), se pronuncia sobre las exigencias de la unión europea y afirma que la consecuencia de excluir a Europa como destino de exportaciones de subproductos de soja van a ser graves desde el punto de vista económico para las exportaciones. “El país perdería un mercado valioso para definir el valor de la harina exportada y esto va a tener un impacto directo en el precio de la soja que reciben los productores”, expresa el comunicado.
Para entender esto, desde la CAPPRO señalaron que, primero tenemos que apreciar quiénes son los grandes jugadores en las importaciones mundiales de soja en estado natural y de harina de soja, para entender las posibles consecuencias de no acceder al mercado de la UE.
La UE es el principal importador de harina de soja del mundo y el segundo mayor importador de granos de soja, después de China.
Al no acceder a los dos mercados más importantes importadores de granos, China con quien de hecho no tenemos relaciones comerciales, y la UE si no se cumplen con las exigencias del nuevo reglamento y limitar nuestro acceso directo e indirecto a través de nuestras exportaciones de soja a Argentina, la posición comercial de toda la cadena agrícola se verá muy deteriorada, afirma el gremio.
Por otro lado, asegura que toda la cadena de valor de la soja argentina se encuentra trabajando en una solución que les permitiría cumplir con los estándares de la Unión Europea establecidos en este nuevo reglamento, ya que entienden la importancia de mantener su relacionamiento con el principal importador de harina de soja del mundo, por lo cual Argentina también estará obligada a demostrar la trazabilidad de la soja que importa de Paraguay.
En caso de que la materia prima que envíe el Paraguay a las fábricas del vecino país no puedan demostrar el cumplimiento para su principal mercado -el europeo-, el mismo no podrá ser mezclado con su producción local para las cargas que tengan ese destino.
Todo esto se traduciría en dificultades para colocar soja y subproductos de origen paraguayo, afectando los precios de los productos y, por lo tanto, generando una caída de ingresos en la cadena y en la economía del país.