El consultor de riesgos de StoneX, Carlos Sanabria, explicó que, aunque la siembra en el país comenzó con buenas condiciones de humedad, la disminución de lluvias en momentos clave ha afectado la producción, especialmente en San Pedro, que enfrenta pérdidas consecutivas por cuarto año. A nivel regional, fenómenos climáticos como La Niña también están impactando en cultivos en Argentina, Paraguay y Brasil.
Sanabria comentó que en el país al inicio se tuvo muy buena cobertura de humedad, favorable para el comienzo de la siembra. Sin embargo, las lluvias empezaron a disminuir en un momento crítico, cuando el cultivo requería mayor cantidad de agua.
Señaló que la falta de lluvia afecta principalmente al norte y al sur del país, en los departamentos de Itapúa, Misiones, y en parte del sur de Alto Paraná. En el norte, los más perjudicados son San Pedro, Concepción y Amambay.
“Las últimas lluvias trajeron un alivio importante, especialmente en la región centro-norte, que incluye Canindeyú, Alto Paraná y el sur del país. Lamentablemente, estas precipitaciones no alcanzaron con suficiente cobertura la zona de San Pedro, que realmente necesita bastante agua. Además, se está hablando de un fenómeno de La Niña para el primer trimestre del año, lo que podría seguir afectando los cultivos de zafriña, tanto de soja como de maíz”, indicó a Valor Agrícola.
En cuanto al contexto internacional, mencionó que Argentina atraviesa una situación similar, con un deterioro significativo en su condición de cultivo. Las provincias más afectadas son Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, que concentran más del 80% de la producción de soja de ese país.
Manifestó que se empieza a especular sobre la llegada de lluvias en Sudamérica. Sin embargo, las regiones más afectadas incluyen gran parte de Argentina, Paraguay y áreas de Brasil, como Río Grande, Paraná, Santa Catarina y Mato Grosso do Sul. Aunque las lluvias actuales podrían aliviar la situación de los cultivos, esto podría impactar negativamente en los precios.
Respecto al stock mundial, comentó que actualmente se maneja un volumen de 128,8 millones de toneladas, lo que representa una disminución significativa en comparación con las previsiones iniciales para la campaña 2024-2025, que eran de 134 millones de toneladas.
“Si bien los 128,8 millones de toneladas reflejan un ajuste, considerando que Argentina y Paraguay podrían tener menores rendimientos, el stock global sigue siendo alto. Incluso si se ajustaran 4 millones por Argentina y 1 millón por Paraguay, quedaría un stock de 125 millones de toneladas, que sigue siendo considerablemente superior al promedio de los últimos años, cuyo máximo fue de 112 millones de toneladas”, apuntó.