En los últimos años, el sector agrícola de nuestro país ha enfrentado una serie de desafíos que han llevado a una estabilización en la producción, manteniéndose en torno a las 10 millones de toneladas, según indicó el director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Hugo Pastore, en contacto con Valor Agregado en Radio Asunción 1250 AM.
En este contexto, destacó la necesidad de explorar nuevas estrategias que no solo revitalice las regiones que han enfrentado años difíciles, como el departamento de San Pedro, sino que también fomenten un crecimiento sostenible en el sector agrícola. “Estamos en una meseta, en un nivel estancado, necesitamos volver a explorar un nuevo escalón que nos permita aumentar nuestra producción”, expresó.
Pastore hizo hincapié en las estimaciones de área de siembra, y mencionó que el año pasado ya se registró una disminución en el departamento de San Pedro, que ha enfrentado situaciones complicadas por lo que eventualmente en esa región podría haber alguna disminución nuevamente. “No creo que sea demasiado significativa, pero hemos escuchado que algunas personas están optando por regresar a la ganadería en busca de otras actividades productivas por lo que sigue siendo un desafío importante encontrarle la revancha tecnológica a este tipo de regiones”, subrayó.
Remarcó que, desde una perspectiva histórica, hemos recibido importantes ayudas tecnológicas. Un primer gran avance fue la incorporación de la siembra directa, y otro hito significativo fue la adopción de la biotecnología con cultivos genéticamente modificados. También experimentamos una época de precios altos.
“Estos son ciclos, y tengo la certeza de que en el futuro volveremos a tener una revancha”, manifestó.
Inicio de siembra. Pastore sostuvo que, efectivamente, se ha tenido un buen inicio en algunas regiones gracias a las lluvias que han permitido comenzar los trabajos. Sin embargo, es cierto que, en otras áreas, como San Pedro, Canindeyú, Concepción y Amambay, todavía faltan precipitaciones, lo que repite la situación en las zonas más comprometidas. “Observaremos cómo avanza el trabajo a medida que comiencen a llegar las lluvias en esas regiones”, alegó.
Y siguió: “Estamos en la época normal de siembra y no hay preocupación respecto al cultivo de soja en particular. En cuanto a la planificación de la zafriña, podría haber algún ajuste más adelante, pero en lo que respecta a la siembra, estamos en un periodo absolutamente normal”, reiteró.