En un contexto global marcado por una profunda incertidumbre geopolítica y económica, el mercado de granos enfrenta desafíos significativos. A pesar de una campaña productiva favorable en términos agronómicos, con rendimientos récord en países como Estados Unidos y condiciones climáticas positivas en Sudamérica, los factores externos siguen pesando sobre el comportamiento del mercado.
En ese sentido, el asesor de empresas agrícolas Hernán Fernández en contacto con Valor Agrícola señaló que, en este contexto, el mensaje a los productores es claro: “En esta campaña, como siempre, pero más que nunca, cuando hay márgenes y rentabilidad, y los precios permiten cubrir los costos y tapar las deudas a cosecha, lo sensato es empezar a cerrar negocios. No estamos para esperar que los valores suban indefinidamente, ya que el contexto global está muy complicado”, alegó.
Según Fernández, se suma la problemática en Siria, más la guerra de Rusia contra Ucrania, además de las tensiones entre China y Taiwán. Por otro lado, el 20 de enero asume Donald Trump como presidente de Estados Unidos y mirándolo desde un punto de vista profesional estrictamente, Trump es impredecible y puede tomar cualquier rumbo”, afirmó.
Dijo además que, el mundo financiero incide mucho más sobre nuestros precios de lo que muchos productores creen. “El nuevo presidente de EE.UU. ya ha anunciado medidas que podrían impactar el comercio global. Trump ha dicho que impondrá un arancel del 10% a todas las importaciones provenientes de China y un arancel del 25% a las importaciones de México y Canadá. Arrancará ‘pateando el tablero’ antes de asumir”, subraya Fernández.
Aclaró que es importante poner en claro este contexto antes de hablar estrictamente del mercado de granos, ya que no es frecuente tener tantos conflictos simultáneos a nivel mundial. “Aunque parezca una repetición, la realidad es que esta situación es excepcional”, remarcó.
En cuanto a la situación de la oferta y la demanda, explicó que Estados Unidos terminó su cosecha con los rendimientos más altos de la historia en maíz y el segundo más alto en soja. Productivamente, fue una excelente campaña para EE.UU. Sin embargo, “la demanda de mercadería física no está tan activa como nos gustaría. Por ejemplo, desde China, si hablamos de soja, o desde Europa y el sudeste asiático, si hablamos de harina y aceite, la demanda no está impulsando el mercado como se esperaba”.
A pesar de este panorama, manifestó que lo positivo está en el sector de los aceites, que, aunque parece no tener una gran incidencia en Paraguay, en realidad “tiene un impacto mucho mayor de lo que se suele pensar”.
“En este contexto, hay buenas noticias para la soja, por el incremento del consumo de aceite de soja para fabricar biodiesel en EE.UU por un lado. Además, aunque pueda parecer que no tiene relación, los precios de aceites como el de girasol, colza y palma han subido fuertemente este año, alrededor del 60%”, resaltó.
En cuanto a la situación en Sudamérica, “el escenario es algo más optimista. Las lluvias han sido muy buenas en comparación con el año pasado, lo que está beneficiando a países como Paraguay, Argentina y Brasil. En particular, en el Chaco paraguayo, el clima es mucho más favorable que en 2023, y en Brasil se ha sembrado una de las superficies más grandes de la historia, con 47 millones de hectáreas”.