Se espera que en un lapso de 5 años, Brasil sea autosuficiente en la producción de trigo, único producto agrícola que todavía tiene que importar. De darse esta variedad, el país vecino se convertiría en uno de los mayores exportadores de trigo del mundo

Tras 40 años de investigación, científicos y agrónomos brasileños lograron desarrollar variedades de trigo que se pueden cultivar en áreas cálidas y secas, propias del clima tropical. La producción ya comenzó en el cerrado, en estados como Goiás y Minas Gerais, con buenos resultados.

Según un artículo de Czapp, el país tiene ambiciones aún mayores. En diez años, si todo va bien, Brasil podrá competir por un lugar entre los mayores exportadores mundiales del cereal, junto con la Unión Europea (responsable de alrededor del 17% de los envíos mundiales), Rusia (16,4%) y Australia ( 13,7%).

Hoy, el Medio Oeste, donde se ha cultivado trigo tropical, es responsable del 10% de la producción nacional de cereales (el resto proviene de la región Sur). El país ya tiene un campeón de la productividad. Es el productor rural Paulo Bonato, de Cristalina, en Goiás, que cosechó 9,63 toneladas de trigo por hectárea, tres veces más que el promedio nacional del año pasado.

“El potencial genético de la semilla que plantamos en el cerrado puede alcanzar una productividad de hasta 10 toneladas por hectárea”, detalló Celso Moretti, presidente de Embrapa (Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria).

De acuerdo al análisis del portal de mercados, históricamente Brasil siempre fue un gran importador de trigo. En ese contexto, resaltaron que es el único producto básico que importa Brasil.

Por lo tanto, se estima que este año Brasil necesitará alrededor de 13 o 14 millones de toneladas de trigo. En la zafra 2021/2022 logró producir casi 10 millones de toneladas de trigo. En 2019, unas 6,2 millones de toneladas.