En el contexto de un clima impredecible y un entorno económico desafiante, el Departamento de San Pedro enfrenta una difícil realidad para los productores agrícolas. Helio Gill, gerente comercial de la región norte de H3 Agrochemicals, compartió su perspectiva sobre los obstáculos que atraviesan tanto las empresas de agronegocios como los productores en la zona, pero también el notable potencial que muestra la región para la diversificación de cultivos y la adaptación de prácticas agrícolas.
Gill comentó a Valor Agrícola sobre las estrategias que la firma ha implementado para apoyar a los productores, buscando alternativas rentables y asesorando sobre nuevas opciones de cultivo, todo mientras lidian con un clima desafiante y la constante búsqueda de mejorar la productividad. “También buscamos ofrecer al productor alternativas rentables que les permitan diversificar sus fuentes de ingreso y afrontar los desafíos del entorno agrícola de manera más eficiente”, señaló.
Destacó que, en la actualidad, se ha incorporado en San Pedro el cultivo de sorgo, que había sido abandonado hace años. “Este cultivo presenta un gran potencial en el departamento de San Pedro, ya que es bastante tolerante a la falta de humedad y no es tan exigente en cuanto al clima. Nuestro objetivo es ofrecer a los productores una opción adicional a la soja, el maíz y la ganadería, buscando diversificar las alternativas productivas”, apuntó.
Asimismo, destacó que la chía ha ganado terreno en la región, al igual que el sésamo.
Subrayó que San Pedro posee un gran potencial en términos de productividad, pero que esto depende en gran medida de cómo los productores gestionan sus tierras, utilizando prácticas como la cobertura del suelo y la rotación de cultivos. Además, destacó que uno de los factores más importantes es el clima.
En este sentido, remarcó que este último siempre representa un desafío, y en la actualidad la región enfrenta temperaturas muy altas, escasas lluvias y poca retención de humedad, lo que dificulta la productividad. “Ojalá tengamos muchas lluvias, especialmente en los meses de diciembre y enero”, expresó.
Gill también enfatizó que el principal objetivo es lograr altos rendimientos en soja, ya que este cultivo sigue siendo el negocio más relevante para los productores. Sin embargo, señaló que, si es posible, se busca que entre el 30% y el 40% de la superficie sembrada sea de maíz, utilizando las fechas de siembra ideales, semillas o híbridos certificados con alto potencial de rendimiento, y considerando coberturas en caso de que las condiciones para la siembra de maíz no sean las más favorables.
Recordó que, durante las últimas tres campañas, especialmente en la producción de soja, la región ha sufrido una disminución importante en los rendimientos. También dijo que además de las condiciones climáticas adversas se ha sumado la complicación con los precios internacionales del grano.
En el caso de los productores, indicó que muchos están pensando cuidadosamente antes de invertir en agricultura, ya que el ambiente no es favorable. Esto ha llevado a que muchos productores y ganaderos de la región hayan dejado de producir, y en su lugar, estén alquilando sus tierras.
Sin embargo, la región ha recibido buenas lluvias, y alrededor del 90% de la superficie de soja ya ha sido sembrada, lo que podría ser positivo para las negociaciones relacionadas con el maíz zafriña.