De acuerdo al relato de Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología, “El Niño” en Paraguay va a desempeñarse como un fenómeno de transición, debido a que vendrá con bastante fuerza, pero que él mismo estaría presentándose con mucha irregularidad en las principales zonas productivas del país.
El experto, que fue convocado por la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), señaló que las condiciones de precipitación en primavera serán muy buenas y que para los días finales de enero y febrero no hay perspectivas de meses muy lluviosos, lo cual genera un escenario óptimo para la producción teniendo en cuenta que dichos meses serán época de la cosecha de soja y maíz zafriña en la Región Oriental.
Al realizar las evaluaciones de cómo podría impactar en la producción del campo, Sierra sostuvo que no se prevén altos niveles de precipitaciones y temperaturas, por lo que las perspectivas para el país en torno al año agrícola 2023/24 “son bastante buenas”.
Añadió que el fenómeno traerá una distribución en los próximos cuatro a cinco meses de lluvias importantes, las cuales podrían darse con más intensidad en el mes de octubre y por ende una humedad importante.
Para el inicio de la primavera, dijo que el enfriamiento del Atlántico no afectará al territorio paraguayo, sino más bien el calentamiento del Atlántico subtropical, que le beneficiará.
En el verano, y su prosecución ya en 2024, habrá un Niño más estabilizado. “En la medida en que no haya tanto calor en la Región Oriental, habrá humedad en todo el territorio, salvo en Alto Paraguay”, destacó Sierra.
Para finales de enero y febrero (época de la cosecha de soja y maíz zafriña en la Región Oriental), no se prevén meses muy lluviosos, y esto será auspicioso; ya que las condiciones de precipitación en primavera serán muy buenas.
Experto dijo que El Niño será un fenómeno en transición, porque viene con mucha fuerza, pero también con mucha irregularidad.