Las perspectivas económicas fueron mejorando conforme pasaron los meses de este 2023, lo cual se ve reflejado en la dinámica de las exportaciones que fueron aumentando gracias a la recuperación sostenida del sector agrícola.

La Unión de Gremios de la Producción (UGP) en su último boletín informativo citó varios datos y contextos actuales que demuestran el aporte del campo al mejoramiento de la economía nacional.

En primer lugar, se resalta que el Banco Itaú pronosticó un crecimiento de su PIB del 5,0% al 5,6% para este 2023 gracias a un desempeño más que favorable durante el primer trimestre del año. La entidad bancaria señaló en su informe de perspectivas económicas que; “El fuerte crecimiento de este año refleja la normalización del sector primario después de una grave sequía en 2022”.

El reporte de la UGP también destaca que el Banco Mundial (BM), en junio pasado, estimó un crecimiento económico del 4,8% para el Paraguay en este 2023 y mantuvo las perspectivas en un rango del 4,3% para el 2024 y 2025.

Estas mejoras responden a una economía más fortalecida y en recuperación, según datos del Banco Central del Paraguay, que reportó el crecimiento a una tasa del 5,2% del PIB durante el primer trimestre del año, impulsado principalmente por el buen desempeño agrícola.

Asimismo, el documento sostiene que la agricultura generó mayor incidencia positiva en las exportaciones, que crecieron un 18,4% y llegaron a 131 países durante el primer semestre.

Productos como las habas, los porotos, las semillas de soja, arroz, sésamo y chía fueron los de mayor incidencia positiva, según el reporte de comercio exterior del Viceministerio de Economía.

Estos productos representan el 71,5% del total de los envíos. El segmento de habas, poroto y semillas de soja movió US$ 1.116 millones y el arroz unos US$ 70 millones.

Además, se resalta que las exportaciones del complejo sojero registraron un aumento del 59,5%, debido principalmente a los mayores volúmenes exportados de granos de soja (108,1%). En contrapartida, los envíos de harina de soja y aceite de soja presentaron variaciones negativas interanuales, tanto en valor como en volumen.