La crisis en la industria porcina de China está teniendo un impacto significativo en el mercado global de soja, afectando tanto la demanda de importaciones como los precios internacionales.
Con una notable disminución en las compras de soja y una creciente preocupación por las posibles tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, el panorama para la oleaginosa se presenta complejo y en constante evolución.
La reducción en la demanda china está ejerciendo presión a la baja sobre los precios de la soja a nivel global. A esto se suma la expectativa de una oferta abundante de soja en Estados Unidos y otros países productores clave, lo que intensifica la tendencia bajista en los precios de la oleaginosa. Los operadores del mercado están ajustando sus estrategias en respuesta a estos cambios, mientras monitorean de cerca los desarrollos comerciales y económicos.
Al mismo tiempo, estas especulaciones tienden a ganar fuerzas cuando a esta altura solo se han comprometido 1.000.000 de toneladas de soja 2024/25 desde Estados Unidos hacia el gigante asiático; siendo que a este momento del año es normal que los compromisos de nueva mercadería entre ambas potencias alcancen 7,6 millones de toneladas contemplando el promedio de los últimos cuatro años.
En este contexto, China mantiene el foco de su demanda en Sudamérica, pero ya estamos en momentos donde se tendría que dar la transición de compras desde esta región hacia América del Norte, debido al próximo ingreso de la nueva cosecha, según el portal Clarín Rural.
No obstante, se siente la menor demanda de soja de dicho país. En el primer semestre de 2024, las importaciones de soja de China caen 9% con relación al primer semestre del 2023, ascendiendo a 48 millones de toneladas, principalmente provenientes desde Brasil y quitándole participación a Estados Unidos.
A esto se agrega que se esperan buenos niveles de oferta en Estados Unidos y en el resto de los principales países productores, lo cual ha redundado en un panorama de sólida tendencia bajista para la oleaginosa en el último tiempo. Sin embargo, no es tan solo el aspecto comercial el cual probablemente esté descontando el mercado, sino también el efecto de la coyuntura económica asiática y la menor intensidad del consumo de carne de cerdo dentro de este país.
China explica la mitad del consumo mundial de carne de cerdo y la harina de soja representa una proporción significativa de la dieta para el ganado. Según el último informe disponible de parte del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) para el año 2024, se espera una contracción del 3% en el consumo de carne de cerdo local, explicado en parte por la desaceleración económica que el gigante asiático está haciendo frente durante el presente año.