El presidente de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), Enrique Ohaco, afirmó que las aceiteras nacionales requieren de una medida legislativa para que Paraguay pueda traer soja originada en países de la región y que sean molidas en las fábricas locales, de tal manera a lograr que el valor agregado se quede en el país y así establecer un esquema muy positivo para las industrias.

Ante este escenario, el titular de la Cappro mencionó que hace algunos días solicitaron al Ministerio de Hacienda decretar el “régimen de admisión temporaria”, con el cual las fábricas nacionales encargadas del procesamiento de granos podrán industrializar las materias primas provenientes de otros países y volver a exportarlas.

“Es urgente que las autoridades nacionales reaccionen ante este escenario, lo ideal sería que se haga través de una Ley, porque al ser de carácter legislativo, las fábricas de molienda que están ubicadas en distintos puntos del país estarán avaladas en un marco legal, y eso les impulsará a aumentar su capacidad y generar inversiones”, precisó en una entrevista con Valor Agrícola.

Esta petición tomó más fuerza en vista a dos contextos regionales, principalmente ante la necesidad de Argentina de importar muchas más soja paraguaya este año (5 millones de toneladas según estimación de la Cappro), lo cual implicaría que nuevamente las fábricas del vecino país procesen el doble de cantidad de soja paraguaya que las nacionales.

Y como segundo punto, por la cosecha récord que está teniendo Brasil, escenario del cual Paraguay podría sacar beneficio ya que una estimación de producción récord y problemas logísticos en Brasil pueden abrir la oportunidad para importar soja desde este país para su industrialización.

Ohaco acotó que para poder concretar esta oportunidad y generar más trabajo e ingreso de divisas para el país “es clave poder modificar el régimen de admisión temporaria para perfeccionamiento activo vigente”, de modo a que las industrias puedan realizar esta operación lo antes posible, ya que la ventana de oportunidad es corta y el mercado de oleaginosas muy fluctuante.

También dijo que con el régimen de admisión temporaria se consigue un proceso mucho más ágil al momento de los trámites logísticos, y que el actual sistema está muy recargado de costos, lo cual resta competitividad a las fábricas nacionales. “Cuando hablamos de un régimen de admisión temporaria se trata de un esquema en donde no se paga por el producto cuando ingresa, sino que solamente se paga a la salida cuando ya sale procesada”, explicó.

En ese aspecto, puntualizó que el mayor beneficio que se puede sacar es “mirar lo que está haciendo Argentina y copiarlo, ver que es lo que hace un país con fábricas instaladas cuando hay problemas en la producción, que herramientas le dan a esas fábricas para que lo puedan solucionar, y eso básicamente es el régimen de admisión temporaria”, precisó.

Asimismo, el presidente de la Cámara recordó que la industria aceitera viene de un 2022 que es considerado el peor año para la industria de la molienda de soja desde que se tienen estadísticas, ya que solo se llegó a moler 1,8 millones de toneladas, dicha cifra representa apenas el 40% de la capacidad instalada que se tiene en el país. En esa línea, explicó que mucho tuvo que ver por el quiebre de zafra que se tuvo en la campaña 2021/22.

Finalmente, subrayó que este año si bien no hay un quiebre de zafra a nivel el país, ese escenario se está dando en Argentina, y que al estar tan cercano ese mercado, actúa naturalmente como un compensador de lo que sucede, por lo tanto, indicó que las fábricas del país vecino van a buscar suplir esa merma por medio de distintos orígenes, y que Paraguay es uno de ellos al ser el mercado principal de importación.