A pesar de que el área sembrada con trigo se redujera este año ya que muchos productores optaron por cultivar maíz y utilizar abonos verdes debido al “fracaso” de la campaña anterior, de acuerdo a Jorge Pleva, de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP), filial Itapúa, este año la situación es más prometedora.
Según indicó a Valor Agrícola, la producción de trigo se muestra sana gracias a las temperaturas frescas, aunque las heladas en algunas áreas han generado cierta preocupación. “Si el clima sigue acompañando, vamos a tener una buena cosecha. A pesar de la reducción en las áreas de siembra, se anticipa una buena calidad y cantidad de trigo”, señaló.
Dijo que esperan rendimientos de entre 3.000 y 4.000 kilos por hectárea, dependiendo del desempeño del cultivo.
“Aún se está evaluando el impacto de las últimas heladas. La mayor parte se encuentra en la etapa de floración y llenado de granos, y lo ideal sería ya no tener heladas tardías porque esto si perjudicaría bastante”, alegó.
En cuanto al trigo tempranero, mencionó que no ha sido muy exitoso debido a enfermedades causadas por lluvias prolongadas. “El rendimiento será más bajo, hay muchas espigas que están con media carga debido al impacto de las lluvias prolongadas en la etapa de floración”, subrayó.
Respecto a los costos de producción para el trigo, explicó que han sido elevados debido a problemas con las semillas, ya que muchos productores no pudieron conservarlas debido a enfermedades en la cosecha pasada.
Por otro lado, expresó que “no hay precios del trigo en el mercado interno, pero seguimos pendientes”. Por ello, manifestó que el trigo representa un riesgo pero que se hace para no dejar los campos descubiertos.
Se espera que la cosecha comience a finales de agosto, con las variedades más tardías siguiendo después.
Situación complicada. Sostuvo que los productores están “muy golpeados” porque el precio de la soja está muy bajo a pesar de haber tenido un mejor rendimiento en esta campaña. Explicó que el precio bajo y los premios altos son los grandes desafíos.
Además, mencionó que con el maíz hubo problemas con la cigarrita, lo que llevó a que muchos productores “prácticamente perdieran plata”. La siembra de canola también disminuyó significativamente porque no cierran los números.
También recordó que el costo de producción es muy alto ya que los insumos han subido mucho, el combustible está muy caro y el margen del productor es muy chico.
“El agricultor está un poquito sentido y dolido y esperanzado en el trigo para oxigenarse un poquito”, concluyó.