A menos que Estados Unidos reduzca los precios del maíz o que la producción brasileña se vuelva poco competitiva (ambas cosas poco probables), Brasil seguirá aumentando sus exportaciones de maíz a China, el mayor consumidor del mundo.

A fines de 2022, Beijing aprobó varias empresas brasileñas que pueden exportar maíz a China (la lista es de 400). Según estimaciones del mercado, Brasil podría exportar alrededor de 5 millones de toneladas de maíz a China este año, lo que representa el 10 % del total de las exportaciones mundiales de maíz y un 194 % más que las exportaciones de maíz brasileño a China en 2022.

Solo en diciembre, justo después de que China y Brasil concluyeran un acuerdo comercial de maíz, Brasil exportó 1,1 millones de toneladas de maíz a China. En enero se exportaron casi 1 millón de toneladas.

El economista Sandro Steinbach, director del Centro de Política Agrícola de la Universidad de Dakota del Norte y considerado una de las principales voces de las cadenas alimentarias mundiales, señaló en una entrevista al medio internacional Czapp, que; “Desde mayo de 2022, los precios del maíz brasileño se volvieron más baratos que el maíz estadounidense en US$ 0,05 por kg en promedio”.

Al ser consultado si el maíz estadounidense está perdiendo competitividad con el brasileño, respondió que en la actualidad, se está observando una tendencia de aumento de la diferencia de precios entre los dos países desde mayo de 2022, siendo el precio promedio de exportación de maíz de Brasil más bajo.

“Si continúa la tendencia de disminución de la producción y aumento de los precios del maíz estadounidense, es probable que China recurra al maíz brasileño y otras fuentes para satisfacer sus necesidades a mediano y largo plazo”, apuntó..

El especialista enfatizó que desde mayo de 2022, el precio del maíz brasileño se volvió más barato que el maíz estadounidense en US$ 0,05 por kg en promedio.

Concluyó diciendo que la perspectiva de alimentación del USDA para enero de 2023 proyecta una disminución en la producción de maíz de EE. UU. debido a una disminución del consumo interno y las exportaciones.