El presidente de la República, Santiago Peña tuvo su primera participación en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su educación N° 78. Ocasión que aprovechó para defender la agricultura paraguaya destacando que desde hace 30 años “Paraguay pone en práctica un sistema de producción agropecuaria sostenible”.

Esta postura la sostuvo resaltando que nuestro país “es una potencia” en cuatro desafíos específicos, como el de albergar la mayor reserva de agua dulce en el mundo, ser proveedor mundial de alimentos, uno de los mayores generadores de energía limpia y la proyección de que el país se convierta en centro de la integración sudamericana.

El jefe de Estado apuntó que la producción agrícola del país tiene la capacidad de “producir alimentos para su población y más de 100 millones de personas”. En esa línea, enfatizó que también la agricultura local cumple con estándares medioambientales como el uso de métodos sostenibles (siembra directa y rotación de cultivos) y una producción “libre de deforestación desde el año 2004”.

Sumado a esto, apuntó al rol que tiene nuestro país como pionero en la producción de energía limpia y renovable, dejando al Paraguay “en el mapa como un ejemplo a seguir en la transición hacia un mundo más sostenible”, afirmó Peña.

El mandatario señaló que pese a ser objeto de críticas y señalamientos injustos, el Paraguay ha logrado manejar estos aspectos con mucha valentía y responsabilidad a través de medidas concretas apoyadas en la ciencia y la evidencia.

Por todo esto, el presidente de la República presentó la postura paraguaya de que las barreras comerciales basadas en las prácticas agrícolas “intentan extrapolar realidades”, obligando a países menos desarrollados a asumir la responsabilidad por los daños ambientales de la industrialización de los siglos XIX y XX.