La prolongada sequía que atraviesa el vecino país está afectando la producción del campo y dejando un nivel crítico de actividad y exportaciones agroindustriales, a tal punto de que este año deberán importar al menos 10 millones de toneladas de soja para asegurar una disponibilidad mínima de mercadería.

Según el portal de noticias Bichos de campo, se prevé que Argentina demande hasta 8 millones de toneladas de soja paraguaya en estado natural, y solo 2 millones de toneladas de Brasil.

Dicha información la brindó el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de Argentina (CIARA) y del Centro de exportadores de cereales , Gustavo Idígoras, quien también manifestó que la importación de soja será temporal y cubrirá 10 de los 25 millones de toneladas que se han perdido por la sequía.

En ese sentido, agregó que la importación de soja ayudará a suplir en parte los faltantes por la sequía y que recién Argentina recuperará lo perdido en 20 años en el comercio del aceite de girasol.

En detalle, el artículo del medio internacional señala que; considerando un stock inicial de 3,97 millones de toneladas y una producción –estimada por la Bolsa de Comercio de Rosario– de 27,0 millones de toneladas para 2022/23, se requerirían 10 millones de toneladas provenientes de Paraguay, Brasil y, en menor medida, Uruguay y Bolivia, para garantizar una disponibilidad mínima de mercadería de casi 41 millones de toneladas versus una oferta total de 53,5 millones en 2021/22.

En ese marco, el gobierno argentino debe habilitar divisas al tipo de cambio oficial para gestionar importaciones de soja de la naciones limítrofes, las cuales ingresan en el marco del régimen de admisión temporaria, que contempla la obligación de procesar el grano para luego exportarlo como harina o aceite de soja.