La crisis hídrica que afecta al río Paraguay podría extenderse hasta inicios de 2025, según advierte Alejandro Max Pastén Castillo, meteorólogo e investigador del Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas de la Universidad Nacional de Asunción (CEMIT-UNA).
El experto señala que el panorama es poco alentador. “Estamos entrando en etapa de La Niña y las proyecciones climáticas a corto plazo, para 2024 e inicios de 2025, indican que podríamos tener lluvias por debajo de lo normal”, refirió.
Según publicó la UGP, la situación actual es resultado de una sequía acumulada desde 2020, que alcanzó un nuevo récord histórico el 7 de octubre de 2024, cuando el río marcó -1,43 metros en el puerto de Asunción. Recordó que entre 2020 y 2021 ocurrieron dos fenómenos de La Niña consecutivos y que, en esos años, ya se habían registrado mínimas históricas de -0,55 y -0,75 metros, respectivamente.
Perspectivas 2025. Según el meteorólogo, aunque podría haber algunas mejoras temporales, la situación seguirá siendo crítica. “La Niña podría afectar el primer trimestre de 2025. En un horizonte más amplio, suponiendo que La Niña dure solamente lo que resta de 2024 y hasta marzo-abril de 2025, las lluvias tenderían a normalizarse”, enfatizó. Sin embargo, advirtió que el inicio del período de bajas precipitaciones en marzo complicará aún más el panorama
Impacto en logística. El impacto económico de esta crisis es significativo. Según datos del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym), recogidos por el investígador, los gastos en logística se incrementaron en un 30% en el transporte paraguayo, con pérdidas estimadas en USD 300 millones de dólares para el sector de importación y exportación.
Señaló que actualmente es muy difícil llegar a Asunción con cierto tipo de productos, principalmente combustible, y destacó que la situación afecta tanto al comercio local como al transporte hacia Bolivia. A pesar de las dificultades, Pastén reconoció que algunas medidas preventivas fueron efectivas.
“La planificación realizada con el dragado dio resultado, y prácticamente en todos los eventos la bajante fue menos negativa”, señaló, destacando la importancia de la preparación anticipada. “Aunque el río se recupere, no podemos olvidar que esta situación se repetirá, por lo que debemos estar preparados”, indicó.
Esta realidad, según señaló, requiere el desarrollo de infraestructura adecuada, planes a largo plazo y políticas de Estado que permitan enfrentar futuras crisis similares.