Laura Meza | Valor Agrícola

La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos ha generado una serie de expectativas sobre cómo su gobierno impactará en los mercados internacionales, particularmente en el sector agrícola. En este contexto, Federico Morixe, analista internacional del mercado de granos, destaca varios elementos clave que podrían determinar la evolución de los precios de los granos en los próximos meses.

Morixe señaló que el mercado agrícola ya venía anticipando posibles movimientos, dada la incertidumbre sobre las políticas que implementaría Trump, especialmente en lo que respecta a la relación con China, el principal comprador de productos agrícolas de Estados Unidos. “Ahora, lo crucial será observar cómo se posiciona el equipo de Trump en relación con el sector agrícola y cómo maneja las negociaciones con China, que sigue siendo el principal comprador de productos agrícolas de EE.UU.”, indicó a Valor Agrícola.

Sostuvo que, si Donald Trump envía señales positivas de que no habrá una nueva guerra comercial con China, como la que se vivió hace unos años atrás, y si además se logra una buena sinergia entre los insumos, fertilizantes, semillas, costos de producción y precios, existe la posibilidad de que los precios de los granos vuelvan a subir.

“Es importante tener paciencia y esperar a ver cómo el mercado asimila esta victoria de Trump, cómo evolucionan las relaciones internacionales, y también cómo se desarrollan las relaciones comerciales entre Sudamérica y China”, apuntó.

También alegó que es importante tener en cuenta que Estados Unidos está finalizando la cosecha, la cual ha sido casi récord en maíz y una de las mejores en soja. De hecho, las exportaciones de soja, harina y aceite han aumentado un 10% en comparación con el año pasado. Sin embargo, esta mayor oferta ha generado presión sobre los precios, especialmente debido a la fuerte cosecha en Brasil, que también está favorecida por condiciones muy buenas.

Manifestó que la geopolítica ha demostrado ser un factor determinante en la evolución de los mercados de materias primas en los últimos años, y sigue siendo un motor de incertidumbre y volatilidad.

Este contexto geopolítico dinámico y, en muchos casos, impredecible, es algo que los productores agrícolas deben tener muy en cuenta, ya que dijo que continuará influyendo en los precios hasta fin de año y posiblemente durante todo el próximo año.

“Lo que estamos recomendando es evitar realizar demasiadas ventas anticipadas, ya que hemos visto lo que ocurre cuando un productor vende por adelantado y luego enfrenta una sequía. En ese caso, los precios pueden subir, pero si no se tiene el grano disponible para vender, se enfrenta a un doble problema: el aumento en los costos de producción y la obligación de cumplir con la venta a precios más bajos, lo que genera una diferencia de precio desfavorable. Por eso, es importante tomarse las decisiones con calma y mantener la tranquilidad ante la volatilidad del mercado”, explicó.

Finalmente sostuvo que no hay que generar nerviosismo en los agricultores, ya que eso afecta la base de la producción. Lo esencial es que los productores puedan mantener una buena producción y, para ello, contar con un seguro de precios. “Si los precios bajan, el seguro les permitirá no tener que vender a precios bajos. Por ejemplo, pueden estar tranquilos vendiendo a US$ 380 o US$ 390 si han asegurado el precio”, señaló.

Insistió en que el mundo seguirá girando, y aunque lo geopolítico continuará influyendo en los precios, lo más importante es que cada productor se enfoque en lo que sabe hacer mejor: producir de la mejor manera posible.

“Hay que trabajar con cautela, porque los precios seguirán generando movimientos y, a veces, sustos, pero no se deben tomar decisiones impulsivas basadas en el miedo a que los precios bajen”, expresó.