La 42° Asamblea Anual de la Asociación Latinoamericana de Industriales Molineros (ALIM) 2024, en Paraguay fue un rotundo éxito, con más de 500 participantes. Se abordaron temas relacionados con la geopolítica y la economía, además de aspectos técnicos sobre los mercados de granos, trigo y harina. El encuentro fue constructivo e interesante, y se vislumbra un nuevo enfoque positivo y modernizado para las futuras asambleas de ALIM.

El vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Molineros (Capamol), Enrique Arrúa, resaltó dos puntos clave del encuentro. Primero, la importancia de trabajar juntos a nivel regional, fomentando la colaboración como comunidad latinoamericana para abrir mercados en el exterior.

Segundo, enfatizó que los empresarios paraguayos deben adoptar una visión más amplia y orientada a la exportación, asumiendo la responsabilidad de impulsar el crecimiento del sector privado. “Es fundamental mostrarnos más al exterior y realizar un esfuerzo adicional en marketing”, señaló a Valor Agrícola.

Arrúa sostuvo que el paraguayo tiende a ser muy callado y, a veces, demasiado humilde. “Es importante levantar la mirada y enfocarnos en hacer un marketing más fuerte para mostrarnos al mundo y aumentar nuestra visibilidad”, destacó.

Respecto a la campaña de trigo, indicó que se logró una cosecha excelente, tanto en calidad como en cantidad, siendo el siguiente desafío procesar el 100% del trigo paraguayo y desarrollar mercados de exportación.

“Estamos en el camino correcto; contamos con la materia prima y la capacidad instalada para lograrlo. Nuestra meta es seguir avanzando y habilitando mercados”, afirmó.