Los días de lluvia aplacaron la escasez de agua y olas de calor, pero llegaron tarde para algunas zonas con cultivos gravemente dañados. Se estiman mermas para la zafriña.
La disparidad en los tiempos de siembra y cosecha, y los distintos escenarios climáticos registrados desde el inicio de la campaña 2023/2024, propiciaron un panorama incierto que persiste actualmente. Pese a los esfuerzos humanos, a nivel general los cultivos se vieron afectados en calidad y rendimiento, hay departamentos con zonas críticas en las que reportan pérdidas importantes, mientras que otras áreas productivas llegaron a un buen desarrollo, pero sin alcanzar todo su potencial.
En localidades de San Pedro, Canindeyú, Concepción, Amambay, incluso zona norte de Alto Paraná, se reportan pérdidas debido a que el clima no permitió concluir el ciclo de los cultivos, de acuerdo al Boletín de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
Alto Paraná. “En el norte de Alto Paraná tenemos dos situaciones. Por un lado, la soja zafriña ya está condenada, la falta de agua y calor afectó demasiado y no llegó a completar su ciclo normal. Posiblemente en algunas parcelas se logre buena calidad de grano, pero los rindes están muy por debajo de lo previsto. Por el otro, el maíz se está recuperando con las últimas lluvias. No vamos a tener la producción que esperábamos al inicio, porque están muy disparejas las parcelas”, comentó Aurio Frighetto, representante de la coordinadora Agrícola del Paraguay.
En relación a enfermedades, mencionó que el maíz no tuvo muchas dificultades, mientras que la soja fue atacada por mosca blanca. “No está fácil la situación, queda esperar. Posiblemente, la próxima semana iniciará la cosecha de algunas parcelas de soja -que se espera tener semillas de calidad para la próxima siembra- y la cosecha de maíz se prevé para mediados de junio-julio”, agregó el productor.
Añadió que el sorgo se encuentra en la misma situación que el maíz, las plantas fueron afectadas, pero se espera que el clima ayude a su recuperación.
Al sur de Alto Paraná el clima fue más benévolo con chaparrones dispersos, pero no fue suficiente para algunas parcelas dañadas. Estas últimas lluvias renuevan las esperanzas para un buen desarrollo vegetativo y de floración para el maíz en las parcelas restantes.
Asimismo, por tercer año consecutivo, la producción de San Pedro fue muy golpeada por la sequía, con importantes pérdidas. Los campesinos esperan contar con el apoyo estatal para la gestión de compromisos financieros, que se envíen técnicos para el estudio y análisis de los casos, especialmente para los pequeños productores.
Mejores resultados. Desde Itapúa reportan que hasta el momento los cultivos se están desarrollando bien, tanto de soja como de maíz. “El maíz está siendo afectado por la cigarrita en algunas parcelas, pero se realizan los controles pertinentes”, comentó la productora Blanca Saiki.
En Caaguazú también se mantiene una perspectiva positiva para los rendimientos. “El clima se está comportando óptimo con nosotros, con mucha lluvia últimamente, y el maíz ya está en etapa de floración”, señaló Derlis Villalba, desde Santa Rosa del Mbutuy, Caaguazú.
También desde Caaguazú, Flaminio Núñez detalló que los primeros cultivos plantados en enero y en la primera quincena de febrero están muy dañado, van a rendir entre 10% a 20% aproximadamente. Lo que se plantó a finales de febrero está al 50% y los de marzo están con buen desarrollo, pero les falta tiempo aún.
“Las últimas lluvias ayudarán a madurar aquellos plantados desde febrero, pero no van a producir a toda su capacidad, y si continúan estas condiciones, lo sembrado en marzo tendrán un buen resultado”, agregó.
Estimó una buena superficie de siembra zafriña en la zona, pero con mucha variación en los tiempos de siembra, que dificulta calcular los rendimientos.
Zafra. A nivel general, se estima una zafra razonablemente buena, con altibajos en muchas zonas productivas. Se está trabajando en la recolección y contraste de datos para obtener las cifras precisas correspondientes a esta campaña.
Pese a los desafíos, la agricultura muestra una fuerte resiliencia a estos factores climáticos y coyunturales, sin embargo, el ingreso para los productores -tanto grandes, medianos y pequeños- es menor de lo esperado y será mucho más difícil recuperar los gastos de producción y abonar las deudas.