Las lluvias escasas, las altas temperaturas y los fenómenos climáticos como la sequía han afectado negativamente los cultivos en diferentes regiones del país.
Este es el tercer año consecutivo con clima desfavorable para el campo y representa un desafío para los productores ya que el clima juega un papel crucial en la producción agrícola. La campaña agrícola 2023/2024 se ha caracterizado principalmente por presentar resultados dispares a consecuencia de las condiciones climáticas por lo que se espera un quiebre de casi el 30% de la soja tardía, indicó a Valor Agrícola, Clemente Busanello, productor y directivo de Agropecuaria Busanello.
Si bien, se registraron buenos rendimientos en muchos puntos del país, principalmente en la zona núcleo, la falta de lluvias ha ocasionado impactos significativos en los rendimientos, especialmente en el norte.
“Quienes pudieron iniciar la siembra tempranera de soja, lograron rindes bastante buenos. Pero las siembras medias y tardías necesitaron mucha agua por lo que se tendría este quiebre”, indicó.
Por otro lado, destacó que, en zonas como Naranjal, Alto Paraná, hubo productores que obtuvieron rendimientos por encima de los 5.000 kilos por hectáreas y que “fueron parcelas beneficiadas por las buenas precipitaciones en el momento oportuno y también donde se utilizaron herramientas de primer nivel”.
Busanello destacó los avances que se ha tenido en cuanto a la investigación y desarrollo de materiales con altísimo rendimiento que ha permitido mejorar la eficiencia en la producción agrícola en situaciones adversas. «El clima está fuera de nuestras manos, pero el productor debe hacer su parte adquiriendo variedades de calidad y ajustando sus prácticas de cultivo en consecuencia que es determinante a la hora de producir para aumentar la eficiencia y enfrentar de manera más efectiva este tipo de situaciones”, indicó Busanello.