La falta de humedad en el suelo dificultó bastante la siembra de soja en el chaco paraguayo que ha avanzado un 85% de lo planificado.

En zonas como Mariscal Estigarribia, que es la mayor área dedicada al rubro con 22.000 hectáreas, todavía queda entre un 15% y 20% del área sin sembrar, básicamente por no tener humedad en el perfil superior del suelo, según indicó a Valor Agrícola el director de SGA, Marcos Kain. “La realidad es que vino una campaña muy extensa en cuanto a distribución de fechas de siembra. En muchos casos tenemos humedad en la capa inferior del suelo, pero en el perfil superior, específicamente en los primeros cinco centímetros, no hay humedad y teniendo en cuenta que ya no estamos en una fecha óptima, hay áreas que ya no se van a sembrar”, expresó.

Kain sostuvo que inclusive, está sucediendo lo mismo con el maíz ya que se han dejado lotes sin sembrar y en algunos casos, ya se tomó la decisión de apuntar a cultivos de cobertura.

“Se está complicando lograr un buen stand de plantas por no tener amplitud térmica, esto quiere decir que, no baja la temperatura durante el día y la noche manteniéndose en un estándar de 30° a 35°, llegando incluso hasta los 47°. Eso hace que muchas plantas se mueran, principalmente por las escasas precipitaciones y la distribución irregular”, explicó.

Definitivamente, este es un factor que limita significativamente al Chaco. “A veces llueve 100 milímetros un día y después pasan 15 días y no cae una sola gota”, apuntó.

Al mismo tiempo, dijo que si bien, esta semana se registraron algunas precipitaciones en el orden de los 15 a 35 mm, “hay lotes que ya están comprometidos, con bajo stand de plantas y algunos lotes con resiembra, lo que finalmente se traduce a un costo adicional. El escenario que tenemos hoy es bastante difícil”, manifestó.

Ante este tipo de situaciones, recomienda pensar muy bien en la estrategia a desarrollar. “Tenemos 90 dólares abajo en Chicago con respecto a nuestra planificación de costos, entonces hay que ser muy exhaustivos en la toma de decisiones”.

En cuento al área que va quedar remanente y la búsqueda de la estrategia más conveniente, indicó que se puede apuntar a cultivos de cobertura. “En nuestro caso, hemos tomado la decisión de apostar a cultivos como la chía, el sésamo o el poroto mungo que son variedades un poco más económicas que sembrar soja o maíz, además de que tienen un período más corto en su proceso productivo”.

Según explicó, con los cultivos de cobertura existe un menor requerimiento hídrico y se aportará una importante cobertura al suelo por lo que se puede llegar a una buena cosecha, convirtiéndose en alternativas interesantes de aplicar en un año complicado.

“Son estrategias que hay que pensarlas, tomarlas, ejecutarlas mirando los costos, porque no podemos salir a hacer cualquier cultivo y después no contar con mercado”, aseveró.

Es importante seguir evaluando las distintas estrategias ya que hoy nos encontramos con precios bastante bajos en Chicago y esa variabilidad, con respecto al valor de los insumos, muchas veces puede hacer una ecuación negativa para el negocio, precisó.