Tras semanas de calor y preocupación creciente por los cultivos, durante el fin de semana largo las lluvias llegaron a la región núcleo. Según Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario, estas precipitaciones han sido lo suficientemente homogéneas, con promedios que como mínimo rondaron los 40 milímetros.
Los datos recopilados muestran que las lluvias han sido generalizadas en toda la región. Con acumulados que oscilan entre los 45 y los 100 milímetros, se observa un patrón de distribución equitativa en las 36 estaciones relevadas. En el norte de la región núcleo, en Irigoyen (Santa Fe), se registraron hasta 84 milímetros, mientras que, en el sur, localidades como Lincoln (Buenos Aires) reportaron un máximo de 101 milímetros. Aunque hubo zonas con menos precipitación, como Bigand con 42,4 milímetros, o Godeken con 37 milímetros, en general, todos los sectores recibieron un alivio necesario.
«Lo que estamos todos viendo ahora esta semana es cuál va a ser la reacción de los cultivos. Hay muchas expectativas con esto. Lo bueno es que las lluvias que llegaron fueron bastante homogéneas y dejaron los milímetros que se estaban esperando”, planteó Russo.
El impacto de estas lluvias sobre los cultivos es esperanzador, pero queda por verse cómo reaccionarán en los próximos días. Con una semana pronosticada sin precipitaciones, los productores tendrán la oportunidad de evaluar los efectos de estas lluvias cruciales en sus cultivos.