El girasol se perfila como el nuevo jugador dentro de las rotaciones agrícolas del Chaco, con productores que realizan experiencias tanto bajo riego como en secano para evaluar su comportamiento frente a factores como la disponibilidad de humedad y el ataque de aves.
Según Carlos Passerieu, presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios para un Chaco Sustentable (APACS), “hay varios productores que están haciendo pruebas como para introducir este nuevo cultivo dentro de las rotaciones agrícolas”.
Subrayó que, los primeros resultados son alentadores, con cosechas satisfactorias incluso en secano. Según las primeras experiencias, se lograron buenos rendimientos a pesar del daño que pueden ocasionar los pájaros, uno de los principales desafíos para este cultivo.
En paralelo, otros cultivos enfrentan situaciones más complejas. El algodón sufrió pérdidas importantes debido a las lluvias de marzo y abril, que provocaron pudrición de cápsulas y redujeron los rendimientos.
Explicó que “cuando llueve mucho, lo primero que ocurre en el algodón, cuando ya están las cápsulas formadas, es empezar a haber pudrición”, con caídas de rendimientos que pasaron de 2.500 kilos esperados a apenas 1.000 kilos en algunos casos, afectando también la calidad de la fibra.
El sésamo, por su parte, también registró resultados negativos y parte de su área se redirigirá hacia cultivos más rentables como la soja. Señaló que “el algodón y el sésamo van a bajar como consecuencia de los malos rendimientos que hubo en la campaña pasada”.
En cambio, el maíz y la soja lograron mejores desempeños en zonas donde la humedad acompañó los momentos críticos de desarrollo, mientras que el sorgo se mantiene estable en su superficie de siembra.