En el marco del TecnoDay, quedó en evidencia que el aumento de la productividad en soja no depende únicamente de incorporar tecnologías, sino de comprender en profundidad cada ambiente productivo.
Aunque los desafíos varían entre regiones y sistemas, existen patrones comunes que limitan los rendimientos y que hoy pueden abordarse con mayor precisión técnica.
En entrevista con Valor Agro, Denis Bona Pires, gerente Comercial de Caltech, explicó cómo el Desafío Paraguay, un concurso de productividad que impulsa a los productores a mejorar sus resultados, ha permitido identificar los factores más determinantes para elevar el rendimiento. Con esta visión, el sector explora nuevas metas, incluyendo romper la barrera de los 7.000 kg por hectárea.
Cada año, los diez primeros lugares son premiados con viajes técnicos internacionales; el concurso pasado a Estados Unidos y, en este, a Canadá.
Bona Pires destacó que el mayor obstáculo no es tecnológico, sino conceptual. “El principal desafío es generar un diagnóstico preciso, porque no existe una receta única. Cada productor y cada área tienen realidades distintas”, afirmó.
Sin embargo, a partir del concurso, el equipo logró detectar tres problemáticas que se repiten en la mayor parte de los lotes: la compactación del suelo, la deficiencia de nitrógeno y el crecimiento excesivo de la planta de soja.
Sobre la adopción de innovaciones, señaló que los productores que ya participan del Desafío Paraguay “ya entendieron y ya sintieron las diferencias”, al comprobar resultados concretos. El desafío está en quienes aún no conocen la metodología y mantienen desconfianza, creyendo que se trata de una acción meramente comercial. “Cuando comienzan a trabajar, ven que es ciencia, que es investigación, y que eso genera los mejores resultados para ellos”, apuntó.
Respecto a las expectativas para la nueva campaña, Bona Pires recordó que el ganador del año pasado alcanzó aproximadamente 6.200 kg/ha y que este año el objetivo es superar los 7.000 kg/ha. Según expresó, existe la convicción de que la meta es posible.
“Si el clima acompaña, estamos preparados para romper esa barrera. Los que ya vienen trabajando con estos conceptos ya notaron la diferencia”, concluyó.