El maíz entra al inicio de su cosecha con una humedad alta en los granos que ha ralentizado el avance, pero mantiene una expectativa alentadora. Se proyecta una producción cercana a los 5 millones de toneladas, un salto importante frente a las 3,5 millones del año pasado, marcando una posible recuperación tras un ciclo afectado por condiciones climáticas adversas.
“Creemos que este año podemos tener una zafra bastante mejor. Recordemos que el año pasado hubo zonas muy afectadas por condiciones climáticas”, señaló el director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Hugo Pastore.
Este aumento en la producción de maíz será clave para compensar la disminución esperada en la producción de soja, que se estima en aproximadamente 10 millones de toneladas entre zafra y zafriña, contra poco más de 11 millones del año anterior, además de enfrentar una caída en los precios internacionales.
“El maíz realmente va a ayudar mucho a compensar esta disminución en la soja”, afirmó.
Respecto a la próxima campaña y el escenario global, la atención se centra en varios frentes, especialmente en los precios. Aunque Paraguay es el cuarto mayor exportador mundial de soja, su volumen relativo es pequeño, por lo que está muy expuesto a la dinámica del mercado internacional, que actualmente muestra una oferta abundante.
“Brasil tuvo una zafra muy importante en la última campaña y sigue creciendo. Estados Unidos ya concluyó casi toda su siembra y sus cultivos muestran un buen desarrollo, lo que anticipa un aumento en la oferta mundial. Por eso, este escenario de precios bajos probablemente se mantendrá por un tiempo”, explicó.
Este contexto obliga a los productores a ser más eficientes y a preservar los mercados con los que cuenta actualmente. En esa línea, indicó que se está desarrollando una plataforma de trazabilidad que cumple con la resolución 11/15 para garantizar la calidad y el origen de los productos.
“Se está trabajando intensamente en una plataforma para dar trazabilidad a la producción, atendiendo también a la resolución 11/15, que seguimos implementando”, subrayó.
Otro desafío relevante es mantener la calidad del grano, que ha sufrido afectaciones recientes por episodios de granos verdes, lo que impacta negativamente los procesos industriales tanto locales como de exportación.
“Hemos tenido episodios con mucho grano verde, lo cual afecta significativamente los procesos industriales, tanto locales como los que se destinan al exterior. Este es un tema que nos ocupa y estamos en diálogo con todos los actores de la cadena”, manifestó.
Finalmente, el contexto internacional marcado por conflictos bélicos y cambios en los aranceles genera una gran incertidumbre en los mercados, lo que requiere estar muy alerta y contar con información precisa para tomar decisiones acertadas.
“El contexto global de guerras y aranceles genera incertidumbre en los mercados, lo que exige mantenerse alerta y manejar toda la información posible para tomar decisiones lo más acertadas posibles”, concluyó.