El Chaco se destaca como una región en plena expansión en materia de integración agrícola y ganadera. Según indicó Norbert Duek, gerente de la Fundación Ideagro, en diálogo con Valor Agro, “el rubro de mayor crecimiento sin lugar a duda es la agricultura, una frontera que se está abriendo cada vez más”, y aclaró que esta expansión no compite con la ganadería, sino que “es un complemento”.

Duek destacó que, a pesar de los años complicados por la sequía, este año el escenario es muy húmedo, incluso con campos inundados. Sin embargo, “a pesar de todo esto, la agricultura viene desarrollándose paulatinamente, con inversionistas que traen muchas maquinarias, tecnologías y conocimiento, y lo están desarrollando aquí”.

Indicó que, desde el Instituto Chaqueño de Biotecnología Animal, están impulsando fuertemente estos cambios estructurales en los establecimientos, que se traducen en un “cambio de los rubros de producción”.

Sobre este punto señaló que “el desarrollo de la agricultura tiene sus ventajas para la ganadería y creo que hay un potencial muy grande que podamos explorar todavía”.

Un aspecto clave en este proceso es la renovación de pasturas. Explicó que campos degradados pueden volver a ser productivos para agricultura y luego para pasturas, siempre que se manejen sistemas sostenibles. Enfatizó que “es un sistema que hay que saber manejar, pero es un sistema muy fuerte”.

Otro punto relevante es el avance en procesos industriales ligados a productos y subproductos ganaderos. En este sentido, mencionó proyectos como el de Pioneros del Chaco, que realmente permiten que se pueda crecer también en el ámbito ganadero, generando un efecto muy positivo para la economía y la diversificación productiva.

Además, subrayó la importancia de dejar atrás modelos extractivos basados únicamente en la agricultura de alquiler, donde “los inversionistas hacen agricultura y salen otra vez”.

En su lugar, recomendó “una incorporación de rotación de cultivos dentro del sistema productivo de la agricultura, pero también la integración de la agricultura y ganadería”. Según él, “ahí empiezan realmente a ser sistemas sostenibles”.

“Teniendo estos sistemas de producción, aplicando tecnología y conocimiento que existe, son inversiones que pueden dar mucho fruto y que son las que en el futuro van a prosperar”, manifestó.